El cuerpo como soporte publicitario no es una novedad, pero sí es cierto que siguen sorprendiendo acciones como las que hoy detallamos, la primera de ellas realizada en Estados Unidos. La aerolínea Air New Zealand contrató a 30 personas para que se raparan la cabeza y se tatuaran un mensaje publicitario. En la parte posterior de sus cabezas, se podía leer “¿Necesitas un cambio? Baja a Nueva Zelanda. www.airnewzealand.com”. A cambio de convertirse durante dos semanas en “vallas craneanas”, como les llamaba el anunciante, estas personas recibieron billetes para viajar a las islas o dinero en metálico (777 dólares, en honor al Boeing 777 de la compañía).
Jodi Williams, director de marketing de Air New Zealand, ha afirmado a The New York Times que la mitad de los participantes optaron por los billetes de avión, porque muchos de ellos eran originarios de aquel país y otros tantos habían ido alguna vez y querían volver. Los participantes eran embajadores ideales de la marca: cuando alguien les preguntaba en la cola de carnicería sobre Nueva Zelanda, ellos podían hablar con entusiasmo”.
Este diario ha hablado con dos de ellos. Una secretaria de California, originaria de Nueva Zelanda, y un carpintero de San Francisco, también natural del país. Según este último, unas cuarenta veces al día le preguntaban sobre la promoción.
Una campaña similar ha tenido lugar en Reino Unido el pasado mes de enero para www.FeelUnique.com, una tienda on line de productos de belleza, que pagó a diez hombres y mujeres para que llevaran la dirección web de la compañía tatuada en sus párpados y parpadearan a los viandantes.
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